"En la violencia del impacto, el Carrera GT se parte en dos": Paul Walker, víctima del exceso de confianza
data-modal-image-caption=Uno de los pilares de la serie de películas de acción estadounidense Rápido y Furioso, el actor Paul Walker era un entusiasta y coleccionista de autos deportivos. data-modal-image-credit=UNIVERSAL PICTURES / ORIGINAL FI / ChristopheL Collection via AFP> 
Cada día, Le Figaro relata el accidente de coche mortal de una celebridad. Hoy, la historia del actor estadounidense que falleció en un Porsche Carrera GT el 30 de noviembre de 2013.
Nunca deberías confiarle el volante a tu deportivo. Ni siquiera a un amigo. Y menos aún a un Porsche Carrera GT. El superdeportivo del fabricante alemán exige verdaderas habilidades de conducción, y si no las tienes, requiere cierta humildad. Paul Walker lo sabía. Presentado como prototipo la mañana de la inauguración del Salón del Automóvil de París de 2000, este gran roadster se desarrolló originalmente para competir en las 24 Horas de Le Mans. Tras la cancelación del programa de deportivos, Porsche decidió producir una versión de carretera de su coche de carreras en una serie limitada de 1500 unidades.
En su momento, este GT representó la cumbre de la producción. Solo la Fórmula 1 concentró tanta tecnología innovadora: una celda monocasco de fibra de carbono, una carrocería sintética, un motor V10 en posición central trasera, discos de freno y un embrague cerámico. El resultado fue un peso en vacío de tan solo 1380 kilos y una potencia de 612 caballos.
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